Es una planta herbácea, rizomatosa, que pasa el otoño y el invierno enterrada, después de perder la parte aérea. Los tallos son verticales y poco ramificados, teñidos de rojo, con una flor terminal. Las hojas son simples, profundamente divididas, con numerosos lóbulos, también profundamente divididos en segmentos ovalados, glabros por ambas caras, de color verde brillante i largamente pecioladas. Las flores son solitarias y pueden alcanzar 15 cm de diámetro, tienen un cáliz con entre 3 y 7 sépalos verdes, los exteriores pueden ser semejantes a las hojas; y una corola con entre 5 y 8 pétalos de color rosa purpúreo, efímeros. Los estambres son numerosos, de color blanco-amarillento. El pistilo está formado por 5-6 carpelos densamente vilosos, con estigma terminal, sentado, circinado, de color purpúreo. El fruto es un polifolículo cubierto de pelo plateado, con numerosas semillas de color rojo oscuro, brillantes y negras al madurar.
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN :Es una especie endémica de la mitad oeste de la península Ibérica. Habita en pastizales, canchales y en el interior de los bosques de planifolios: robledales, quejigares, melojares, alcornocales, encinares, y en bosques de ribera, sobre sustratos ácidos o básicos, siempre en localizaciones sombreadas y con humedad edáfica, desde el nivel del mar hasta los 1850 m de altitud.
FLORACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN :En las zonas más cálidas florecen al principio de la primavera durante un período muy breve que no supera el mes de abril. Las flores son efímeras, pero los folículos maduran lentamente hasta que se abren en verano para liberar las semillas que, muchas veces, caen al suelo dentro del fruto, cerca de la planta madre.
CURIOSIDADES :Hoy en #UnaFinestraAlBotanic te mostramos una especie que nos lleva a frescos bosques de robles, melojos y quejigos alejados del territorio valenciano. Son hábitats de suelos profundos y húmedos donde esta peonia encuentra su hábitat.
En los jardines mediterráneos es raro ver peonías porque requieren una humedad y un frescor que nuestro clima no les da, y también algo de frío en invierno. Pero esta especie es muy apropiada para nuestros jardines sombreados, con suelos orgánicos bien regados y, aunque su floración es breve, alegra ver sus grandes flores en cuanto se suavizan las temperaturas.
Las flores son cantaridófilas, esto es, son polinizadas por escarabajos que llegan a ellas para alimentarse con su abundante polen, pero durante la visita el polen que llevan los insectos en el cuerpo alcanza los grandes estigmas de la flor.
La planta entera es muy tóxica, por lo que no es consumida por el ganado ni por los mamíferos silvestres, por ello también se la conoce como matagallinas o rosa maldita.
Los griegos y romanos ya llamaban paiōnía o paeonia, -ae a plantas similares a ésta y ahí encontró Linneo el nombre genérico. El epíteto específico está dedicado a Felix d'Avellar Brotero (1744-1828), notable botánico portugués que fue director del Jardín Botánico de la Universidad de Coímbra