PROYECTO DE CONSERVACIÓN DE LA JARA DE CARTAGENA |
QUÉ SE HA HECHO HASTA AHORA

A lo largo de 25 años se han ido desarrollando diferentes actuaciones en torno a la conservación de la Jara de Cartagena, que han supuesto un gran avance para la supervivencia de la especie y han sentado las bases del proyecto que dirige actualmente el Jardí Botànic de la Universitat de València.
La Jara de Cartagena, considerada la representante ibérica de la Jara norteafricana, fue citada por primera vez en España a principios del siglo XX, y se describió como abundante en la Sierra Minera de Cartagena-La Unión (Murcia). Fue dada por extinta en 1973, tras años de una intensa explotación minera a cielo abierto y la proliferación de plantaciones de pinos, factores que debieron de condicionar la supervivencia de buena parte de sus poblaciones.
Más de una década después, en 1986, se descubrió de manera casual una población en La Pobla de Vallbona (Valencia) compuesta por un solo individuo estéril. En la actualidad todavía perdura ese único ejemplar silvestre en la Comunidad Valenciana en las inmediaciones de una carretera y muy próximo a una zona urbanizada.
Volviendo al ámbito murciano, ya en 1993 se encontró una pequeña población al noroeste de la Peña del Águila (Cartagena). Desgraciadamente, pocos años después de ser reencontrada en esta zona, sus poblaciones sufrieron los efectos de un fuerte incendio forestal en 1998. A partir de ese episodio, se localizaron poco más de 20 ejemplares y sus sucesivas generaciones han mostrado ciertos rasgos de hibridación con Cistus albidus. Actualmente en Cartagena existen poco más de 20 ejemplares adultos en el Llano del Beal, todos procedentes de regeneración por semilla después del incendio. Así pues, el ejemplar valenciano es considerado como el único individuo genéticamente puro de este taxón en España.
La búsqueda de posibles poblaciones no conocidas de la Jara de Cartagena por parte de técnicos y botánicos, llevada a cabo desde los años 80 del pasado siglo, no ha dado resultado, a pesar de que se han rastreado los enclaves más próximos a la zona donde se encuentra el ejemplar valenciano.
Su inclusión en la categoría de “Especie en Situación Crítica” ofreció una herramienta legislativa de impulso de los trabajos de conservación, tanto in situ como ex situ. Se constituyó un grupo de trabajo, tal y como establecía el protocolo, constituido por representantes de las comunidades autónomas cuyo territorio se encuentra dentro del área de distribución de la especie, así como de la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica.
Los grupos de trabajo suponen una estrategia de gestión basada en el establecimiento de una red colaborativa articulada, donde la coordinación e información generada por los equipos que trabajan de manera territorial se envía para ser gestionada y evaluada de manera global por un equipo especializado en conservación de flora amenazada. En la Comunitat Valenciana, fue asumido por el Servicio de Vida Silvestre (SVS) en el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal (CIEF), de la Generalitat Valenciana.
En el ámbito valenciano, en la década de 1990, las acciones en torno a la Jara de Cartagena se centraron en el rastreo de áreas potenciales, así como en estudios de variabilidad genética y de biología reproductiva, y la producción in vitro de material vegetal para llevar a cabo plantaciones con este material clonado. Estudios recientes desaconsejan emplear ejemplares clonados in vitro porque esta técnica de clonación, además de no potenciar la variabilidad genética, produce alteraciones cromosómicas.
La publicación del Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas (CVEFA) en 2009 potenció una reorientación en los programas de recuperación de las especies amenazadas. Por otra parte, la aprobación del Plan de Recuperación para la Jara de Cartagena en 2015 dio un impulso a los trabajos enfocados a la producción de material de reproducción para establecer varias poblaciones.
Entre 2015 y 2018, con la intención de superar los riesgos derivados de trabajar con clones, se realizaron un elevado número de experiencias relacionadas con la polinización cruzada entre ejemplares mantenidos en condiciones ex situ. Estas plantas fueron producidas a través de multiplicación vegetativa por medio de esquejes procedentes del ejemplar silvestre de la Pobla de Vallbona y la germinación de unas pocas semillas que produjo esta planta en 2013 y 2015.
Estas experiencias de polinización manual cruzada permitieron la obtención de suficientes semillas a partir de las cuales se obtuvieron gran cantidad de ejemplares (hasta mediados de 2018 se obtuvieron 117.313 semillas). La primera plantación de conservación se realizó en 2016 (25 individuos) y el porcentaje de supervivencia tras 2 años fue del 100%. Las plantas florecieron (60%) y fructificaron (28%) durante los dos años siguientes.
Las pruebas de germinación llevadas a cabo a partir de una pequeña proporción de semillas recolectadas de estos ejemplares restituidos, mostraron valores de más del 90% de viabilidad y germinabilidad. Además, los plantones producidos a partir de estas semillas presentan, de momento, caracteres morfológicos asimilables a la Jara de Cartagena, sin mostrar ningún rasgo de hibridación.
En el territorio murciano se han llevado a cabo así mismo labores de recolección de semillas y de plantación de nuevos núcleos poblacionales, ya que algunos de los ejemplares localizados después del incendio del año 1998 han desaparecido por envejecimiento y no se ha producido un reclutamiento suficiente para conservar esas pérdidas. Las iniciativas encaminadas a la conservación de la Jara de Cartagena en Murcia han incluido acciones como: la recolección de semillas de las plantas silvestres, el establecimiento de huertos semilleros, los estudios genéticos con marcadores moleculares, la micropropagación vegetativa (para conservar la diversidad silvestre a partir de pequeñas fragmentos de tejido) y el reforzamiento poblacional, así como la creación de varios núcleos poblacionales.
Además, hay un proyecto que requiere una mención especial: “Acciones para la recuperación y conservación de la especie en peligro de extinción Jara de Cartagena (Cistus heterophyllus subsp. carthaginensis)”, financiado por la Fundación Biodiversidad durante 2017 y desarrollado conjuntamente por la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Cartagena y la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Su finalidad era reducir la amenaza de extinción en la Región de Murcia a través del desarrollo de técnicas de conservación in situ y ex situ, junto con otras medidas relacionadas con la divulgación y sensibilización social.
Todas estas experiencias evidencian cómo determinadas medidas activas de conservación, llevadas a cabo desde el ámbito de la investigación y la colaboración entre diferentes instituciones, son imprescindibles a la hora de evitar la extinción de especies tan amenazadas como la Jara de Cartagena.